Català-Roca y Joan Miró

¿Cómo dos figuras artísticas de disciplinas diferentes pueden enriquecerse y convivir? ¿Cuál puede ser el resultado? ¿Un binomio?: Miró-Català-Roca.

La capacidad de trabajo sin descanso es lo que les une. Uno crea desde su mente hacia afuera, interpreta su entorno, el otro también crea, da un testimonio más allá de la obra de Miró y vuelve a reinterpretar el trabajo de un artista bajo su punto de vista personal y narrativo; por ello, no deja de ser también otro artista. Hasta qué punto convive e intersecta su trabajo?

Las manifestaciones artísticas de Miró transmiten energía y neotenia artística, pero también las fotos de Català-Roca llevan a este rastro. No sólo sirven de trabajo documental, el fotógrafo juega con el artista sin que éste se dé cuenta…

Ambos personajes trabajan desde el mutuo entendimiento, pero es un entendimiento callado, sin palabras…hay rasgos de su personalidad que les une y que hace nacer una simbiosis poco usual en el arte.

El testimonio gráfico de Català-Roca deja entrever con elocuencia narrativa y gráfica cómo trabajaba Miró, casi siempre intentando huir de la foto documental. Cada foto habla de Miró ordenando el caleidoscopio de su personalidad y hablando en prosa fotográfica.

Català-Roca observa y crea de nuevo a Miró en cerca de doce mil fotografías. Unas muestran a un Miró creador; otras, al artista-niño; otras, al trabajador sin descanso; otras a su ambiente de trabajo; en otras al experimentador… pero todas no dejan de tener aquella visión única narrativa propia de Català-Roca.

Citas de Francesc Català-Roca sobre Joan Miró:

“…algunos de sus mejores ayudantes y colaboradores (de Miró) eras sus viejos y gastados pinceles, que el guardaba celosamente y hacia durar todo lo posible, porque con ellos el trazo no quedaba uniforme, sino roto e irregular…”

“La verdad es que al principio no fue nada fácil, ya que a Miró, tímido por naturaleza, no le gustaba que le vieran trabajar. (…)…como que a mi tampoco me gustaba nada hablar, ni hoy en día tampoco cuando trabajo, enseguida nos entendimos rápidamente. El trabajaba y yo le iba haciendo fotos. De este modo, convirtiéndome un poco en su sombra, mantuve una relación profesional con Miró que duró treinta años…”

Comentarios

Tarrats ha dicho que…
La primera vez que vi el "Carboneret" fue en el verano del año 2000 en la Fundació Miró en el marco de la exposición "Francesc Català-Roca. Una Nova Mirada."

La foto del pequeño carbonero se convierto inmediatamente en parte de la colección permanente de momentos que he guardado a través de mi mis vivencias. Es la foto más hermosa que haya visto jamás, con una fuerza como de vendaval que te arranca el alma en un suspiro y ebulle en forma de risa empática del efímero momento de fama tras la lente.

Quería compartirlo.

Gràcies Català-Roca!

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